Columbia Union News

Un Message  Concernant la Tragédie de Pittsburgh

Que ton amour indefectible soit ma consolation! (Psaume 119: 76).

Notre famille de la Columbia Union Conference pleure les familles des victimes et des blessés lors de la fusillade tragique et insensée à la synagogue Tree of Life de Pittsburgh. Ces observateurs du sabbat exerçaient leur droit de s’assembler et d'adorer Dieu en toute liberté de conscience.

Nous dénonçons la haine et le mal qui se cachent derrière cette attaque et nous joignons nos voix à celles qui appellent à la fin de la violence qui déchire  les familles de ces fidèles adorateurs  et de beaucoup d’autres.

Quand  une personne est affectée, nous sommes tous affectés.

Declaración sobre la tragedia en Pittsburgh

"Que sea tu gran amor mi consuelo …" (Salmo 119: 76, NVI).

Nuestra familia de la Unión de Columbia se aflige con las familias de los muertos y heridos en el tiroteo sin sentido y trágico en la Sinagoga Tree of Life en Pittsburgh. Estos compañeros observadores del sábado estaban ejerciendo su derecho de reunirse y adorar a Dios con libertad de conciencia.

Denunciamos el odio y el mal detrás de este ataque, y unimos nuestras voces con aquellos que están pidiendo que se ponga fin a la violencia que ha separado a las familias de estos fieles adoradores y a muchas otras familias.

Cuando uno sufre, todos sufrimos.

A Statement Regarding the Tragedy in Pittsburgh

“May Your unfailing love be my comfort” (Psalm 119:76, NIV).

Our Columbia Union Conference family grieves for the families of those killed and wounded in the senseless and tragic shooting at the Tree of Life Synagogue in Pittsburgh. These fellow Sabbathkeepers were exercising their right to gather and worship God with liberty of conscience and freedom.

We denounce the hatred and evil behind this attack, and join our voices with those who are calling for an end to the violence that has torn the families of these faithful worshippers and too many other families apart.

When one hurts, we all hurt.

Sabemos que muchos en nuestra unión se sienten decepcionados con el voto que se tomó en el Concilio Anual para implementar un nuevo sistema de conformidad para las entidades de la iglesia en todo el mundo. Nosotros también. Y si bien somos una parte fiel y leal de la Iglesia de Dios, nos cuesta ver su mano en esta decisión. Nuestra preocupación continúa por la creciente centralización de autoridad en la Conferencia General y la extraterritorialidad administrativa resultante.

Muchos se preguntan qué pasará ahora. En dos semanas, la junta directiva de la División Norteamericana discutirá y decidirá cómo abordar esta situación desafortunada. A su vez, la junta directiva de la Unión de Columbia se reunirá a mediados de noviembre para evaluar cómo abordaremos esta nueva realidad.